Eso me dices, aunque para impedir que el cornudo se masturbe, se corra y pierda la atención y el deseo por su Ama y por humillarse más cada día, hay que ponerle también un cinturón de castidad como en la foto. Cerrado de por vida con los dos candados: el piercing y el cinturón.
- ¿Lo deseas? -me preguntarás.
- Sí, Ama, te lo suplico.
- Pues vamos a la tienda de piercing que me ha recomendado mi amante, mi macho. Quiere que en el metal que lleves ponga su nombre.
You have read this article with the title Piercing Príncipe Alberto. You can bookmark this page URL https://jadejurgensen.blogspot.com/2010/03/piercing-principe-alberto.html. Thanks!